Los sentidos o canales de información: una propuesta para el aula de música

Adaptar el sistema de clasificación sensorial de Dunstan a las aplicaciones didácticas de Vínculo Música, era el punto de inicio para poder utilizar la música como herramienta de comunicación y aprendizaje. ¿Recuerdas las preguntas que hice al final de la anterior entrada? Te las recuerdo, porque son unas cuantas: ¿puede la música crear una vía de comunicación directa hacia cualquier canal de información o sentido? ¿puede la música ser un lenguaje no solo auditivo? ¿se puede crear un contexto en el que los niños/as y adultos, independientemente de su sentido de orientación principal, reciban el mensaje musical? Vamos a responderlas.

En las sesiones, la música se presenta como un lenguaje, con toda su riqueza de matices interpretativos, métricas, tonos y modos [Silvia Galán]

Es ampliamente conocida la capacidad multidisciplinar que tiene la música. Se trata de una herramienta que brinda al educador un sinfín de posibilidades de actuación y facilita el intercambio y conocimiento de otras materias. Desde el primer momento supe que la música sería una excelente aliada en esta propuesta y que funcionaría como un canal de comunicación y aprendizaje accesible y directo. Ahora bien, la esencia de esta idea no solo radicaba en todas esas preguntas y objetivos previos, sino también en el método, en cómo lo iba a plantear y desarrollar en el aula.

Y, para variar, me sigo preguntando: ¿puede la música adecuarse a aquellos individuos cuyo sentido principal es el auditivo, el visual, el táctil y el gusto/olfativo? ¿se pueden desarrollar estrategias didácticas que logren que el mensaje musical llegue a estas personas y se alcance una estimulación y aprendizaje significativos? ¿es la música tan versátil como para poder adaptarse a diversas temáticas como El Sistema Solar, El Circo y Los Elementos de la Naturaleza y fusionarse con ellas? La programación diseñada se estructuró en tres bloques, correspondientes a cada uno de los trimestres que marca el calendario escolar. Cada uno estaba centrado en una temática, cuyas características, cualidades y peculiaridades me permitían no solo utilizar la música en su máxima expresión, sino también poder adaptarla o adecuarla para que cada individuo, independientemente de su sentido principal, enfocara toda su atención y motivación en el proceso, captando la máxima información y logrando así un desarrollo del aprendizaje más significativo y profundo. Mi metodología tiene muy presente el acercamiento y aprendizaje de la música desde el sentir y el vivenciar. Una evolución que parte de lo natural, lo instintivo, lo espontáneo y lo propio de cada niño/a y del adulto de referencia.

El desarrollo y perfeccionamiento de las habilidades musicales incluye un trabajo métrico, tonal y motriz, con la voz como principal instrumento al alcance de todos y el cuerpo como medio vital de movimiento y expresión. El uso de objetos e instrumentos complementan este proceso de aprendizaje del lenguaje de la música, invitando a la participación activa, la exploración y el conocimiento de nuevas experiencias y contenidos. Permitir que cada niño/a y adulto tenga su espacio de crecimiento propios es igualmente importante. A partir de ahí, la observación activa de la educadora marcará una guía y creación de dinámicas que se enriquecerán de las respuestas no intencionadas e intencionadas de los niños/as y, en esta propuesta en concreto, de su forma de relacionarse y conocer el mundo que les rodea a través de los sentidos.

No existe un método único, sino un método que sea fruto de muchos otros, adaptado a las necesidades de la educadora, del contexto y de la realidad del alumnado [Silvia Galán]

Para desarrollar esta propuesta para el aula, se preparó una secuencia de actividades musicales que se basaron en tres temáticas de interés para los niños/as que crearan un contexto cercano y motivador: El Sistema Solar, El Circo y Los Elementos de la Naturaleza. A partir de aquí, se diseñó un entorno de exploración, creación, experimentación, conocimiento, innovación, improvisación… que ofreciera por encima de todo una riqueza y variedad de vivencias que sin duda se potenciaron y enriquecieron gracias a la música y la atención en los sentidos. Estas temáticas fomentaron un acercamiento de los niños/as y las familias al mundo que los rodea desde múltiples puntos de vista, incentivando el aprendizaje musical a través del juego y las vivencias con los sonidos, las texturas, los materiales, el movimiento…

Estas temáticas invitaron a viajar, a crear contextos que despertaron la atención, la riqueza y la variedad de vivencias; a potenciar la psicomotricidad, el juego y la magia; a conectar con la naturaleza y conocer sus posibilidades. Cómo utilizar estas ideas en forma de secuenciación de actividades fue lo más exigente y, a la vez, motivador. Crear dinámicas donde la luz o la oscuridad fueran las protagonistas, sentir la gravedad o la ligereza a través del cuerpo y de los objetos, visualizar diferentes formas representadas en instrumentos, interactuar con elementos que nos trasladaran a lugares que están fuera del aula o invitar a la realización de acciones, captación de sensaciones… fueron algunas de las muchas ideas que pude desarrollar y vivenciar con las familias. La música fluía de manera natural a través de estas propuestas y se adaptaba a ellas de forma muy sencilla, posibilitando no solo la creación de experiencias sonoras, sino también de dinámicas con una base didáctica. Las características sonoras de cada modo, la peculiaridad rítmica de un recitado, el fraseo y color de mi voz, la sonoridad tímbrica de los instrumentos, el movimiento o acción del cuerpo, la instrumentación en las piezas grabadas… estaban perfectamente decididas y no respondían a una decisión aleatoria. Eso sí, el desarrollo de las mismas y las estrategias didácticas utilizadas variaban según las necesidades de los niños/as, sus respuestas y su energía. Pese a que había una planificación previa, no existían compartimentos estancos ni una limitación en la acción, pues la educación musical según este paradigma está viva y por tanto no es algo que se deba controlar de forma exhaustiva.

Experiencias o propuestas como esta me ayudan a tomar conciencia de que la educación musical debe estar en constante desarrollo y cambio y para ello hay que cuestionarse cualquier problema que nos surja dentro o fuera del aula. La planificación, la acción, la observación y la reflexión posibilitan que este proceso evolutivo guarde un sentido y un crecimiento.

Trabajar con niños/as siempre es una oportunidad única y enriquecedora, pero si además lo comparten con sus familias e iguales, aún se potencia más. Además, la música permite siempre abrir nuevos caminos de conocimiento y aprendizaje y esta experiencia es una de ellas.

Me ha permitido llevar a cabo un desarrollo del autoconocimiento consciente e inconsciente de las familias y míos propios, que tomarán forma con el tiempo; a crear un espacio común entre todos que posibilite un crecimiento y disfrute en grupo; a diseñar y ofrecer herramientas de comunicación y aprendizaje a través de la música con mi voz, los instrumentos y los audios y también a través de experiencias extramusicales con la elección de temáticas, materiales y objetos; a tener la oportunidad de conocer otros caminos de conocimiento y aprendizaje tanto para mi como para las familias; poder indagar en la profundización, transformación e innovación de mi forma de educar a partir de unos métodos propios y abrir nuevos caminos de investigación y actuación para mi proyecto; para ser consciente de que con una intención, trabajo y planificación previos se puede adaptar este sistema de clasificación sensorial de Priscilla Dunstan a la educación musical temprana de Vínculo Música; además de compartir este tipo de experiencias y campos de actuación con las familias y niños/as, hacerles partícipes de esta educación y demostrarles su importancia.

¡Qué bonita experiencia!

Y… llegados a este punto, sería perfecto saber más detalles sobre cada sentido o canal, ¿verdad? No te lo pierdas porque en las siguientes entradas hablaré con detalle de las personas visuales, auditivas, táctiles y gusto-olfativas y cómo planteo el aprendizaje musical con cada una de ellas.